Controlador de gestión de edificios inteligentes PLC SR30

El PLC SR30 es un módulo de automatización industrial de alto rendimiento diseñado para agilizar y mejorar los procesos de fabricación. Con 18 entradas y 12 salidas, ofrece la flexibilidad y el control necesarios para gestionar tareas complejas en entornos automatizados.

Ventajas clave:

• Control Integral:Administre múltiples máquinas y sistemas sin problemas para mejorar la eficiencia de la producción.
• Salidas de relé versátiles:Controle los dispositivos de alto voltaje directamente, simplificando la configuración y reduciendo los costes de instalación.
• Fuente de alimentación adaptable:Compatible con fuentes de alimentación de 220 V CA y 110 CC para una fácil integración en los sistemas existentes.
• Diseño compacto:Módulo que ahorra espacio y se adapta a varios paneles de control sin comprometer el rendimiento.

Aplicación:

En el acelerado entorno industrial actual, los fabricantes confían cada vez más en la automatización para mejorar la productividad, garantizar la calidad y minimizar los costos. El módulo PLC estándar PLC SR30 está diseñado específicamente para satisfacer las rigurosas demandas de los procesos de fabricación automatizados.

Integración en líneas de montaje

El PLC SR30 cuenta con 18 entradas y 12 salidas, lo que proporciona una amplia flexibilidad para la gestión de líneas de montaje complejas. Por ejemplo, en una planta de ensamblaje automotriz, el PLC se puede usar para controlar brazos robóticos que manejan tareas como soldadura, pintura e instalación de componentes. Con la entrada precisa de varios sensores (como sensores de presencia y sensores de temperatura), el PLC puede tomar decisiones en tiempo real que optimizan el flujo de trabajo.

Imagine un escenario en el que el PLC SR30 está programado para supervisar el montaje de un vehículo. A medida que el vehículo avanza por la línea de montaje, el PLC comprueba si todos los componentes están correctamente instalados. Si falta una pieza, el PLC puede detener la línea de montaje, alertando a los operadores sobre el problema. Esto evita errores costosos y garantiza que solo los vehículos terminados pasen a la siguiente etapa de producción.